Scala Dei Cartoixa
Cartoixa de Scala Dei es el punto de encuentro de dos tierras: la densa y profunda pizarra y la sutil y fresca arcilla de altura. Allí crecen las garnachas y cariñenas de las mismas viñas que, durante siglos, cultivaron los monjes cartujos. Ellos nos enseñaron a elaborar el vino que hoy puedes llevar a tu mesa.
- Wine&Spirits: 92 puntos 2017
- Wine&Spirits: 92 puntos 2018
- Tinto
- Crianza
- Coupage
- Elegante
- Medio cuerpo
- Complejo
- Robert Parker 2016: 90 puntos
- Robert Parker 2017: 92 puntos
- Robert Parker 2018: 92 puntos
- Decanter Awards 2018: Medalla de platino (97 puntos)
- Guía de los vinos de Cataluña 2019: 93 puntos
- Guía Peñín 2016: 90 puntos
- Guía Peñín 2019: 90 puntos
- Guía Gourmets 2016: 95 puntos
- Wine & Spirits 2017: 97 puntos Cartuja 2014/2015
- Wine & Spirits 2018: 93 puntos
- Tasting.com: 94 puntos
- guía 365 días 2018: 93 puntos
- Anuario de vinos 2018: 90 puntos
- Wine Enthusiast 2018: 91 puntos
- Andreas Larsson 2018: 91 puntos
- Variedades: 80% garnacha tinta y 20% cariñena negra
- Grado alcohólico: 14,5% Vol.
- Acidez total tartárica: 5,8 g / l
- PH: 3,4
- Contiene sulfitos.
Vino elaborado con variedades históricas de la zona -garnacha y cariñena-. Las viñas tienen unos 65 años de edad y están plantadas en terrazas de suelos de arcilla y en los típicos costers de pizarra del Priorat. Los viñedos están situados entre 400 y 800 metros de altitud. Cada año, realizamos manualmente la vendimia y fermentamos cada viña por separado, mimando la extracción y la expresión de la fruta y manteniendo la calidad que tenía la uva en el momento de su recolección.
Este vino se elabora a partir de uvas seleccionadas de las mejores parcelas que rodean Escaladei. Cada una se fermenta por separado en pequeños depósitos de cemento de 2.000 kg, a una temperatura controlada. La maceración dura unas 3 semanas -según la variedad de uva- y la crianza, 18 meses. Cada viñedo es criado por separado para poder expresar y apreciar mejor las características que lo hacen especial.
De capa media y ligero color cereza picota con matices violáceos. Los aromas intensos y persistentes a frutas negras maduras y un toque floral de violetas se entremezclan con notas minerales aportadas por la pizarra, que le dan una tipicidad propia del Priorat. El tiempo en crianza lo prepara para la vida en botella manteniendo el frescor que nos viene de la uva. En boca es un vino potente, untuoso, suave, con cuerpo largo y persistente.